martes, 30 de noviembre de 2010

Antonio Berni creando Juanito Laguna

Construir en el país como mil escuelas


Poco más de 1800 millones de pesos se invirtieron desde 2003 para construir 1000 escuelas, en un plan de 1700 hasta fines de 2012. El presupuesto educativo alcanza el 6 por ciento del PBI. Hoy se inaugurarán otras tres escuelas.

Por Roberto Navarro

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugurará hoy en San Juan la escuela número 1000 construida por la administración kirchnerista en siete años. Así, el período 2003-2010 se convierte en el segundo de mayor construcción de escuelas en la historia nacional, después del plan quinquenal de Juan Perón entre 1947 y 1951. En los últimos 34 años sólo se habían inaugurado 427 escuelas. El gobierno de Carlos Menem apenas construyó siete; el de Fernando de la Rúa, ninguna. La Secretaría de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Planificación, invirtió 1826 millones de pesos en los mil establecimientos, que brindan educación a más de 500 mil alumnos.

En la misma jornada, pocas horas después, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, inaugurará la escuela 1001 en Córdoba; el ministro de Educación, Alberto Sileoni, cortará la cinta de la escuela número 1002 en Santiago del Estero y el jefe de la cartera económica, Amado Boudou, inaugurará la 1003, en la provincia de Buenos Aires. La escuela número mil se llamará Presidente Néstor Carlos Kirchner.

La escuela que inaugurará hoy la Presidenta se sitúa en la localidad de Campo Afuera, partido del Albardón, en la provincia de San Juan. Es un establecimiento de nivel secundario que el año próximo recibirá a 341 alumnos. El edificio es de 1362 metros cuadrados y cuenta con un laboratorio de informática de 170 metros cuadrados y otro de ciencias y taller de tecnología, de 71 metros cuadrados . La licitación se realizó el 1º de noviembre de 2008, con lo que, con trámites administrativos incluidos, la construcción tardó dos años. El costo de la escuela fue de 3.440.000 pesos.

En 2003 el gasto en educación, consolidado entre la Nación y las provincias, representaba el 3,64 por ciento del PBI; en 2010, representa el 6,02 por ciento. Hace siete años el gasto educativo fue de 14.501 millones de pesos; este año será de 89.924 millones de pesos, un 520 por ciento más. Este presupuesto incluye el dinero administrado por Obras Públicas para la construcción de escuelas. También la compra de las netbooks, realizada por la Anses, para los alumnos secundarios.

Las 1000 escuelas construidas en los últimos siete años se extienden en todo el territorio nacional. En la Secretaría de Obras Públicas informan que la prioridad fue construir más escuelas en los distritos que más las necesitaban. Pero la culminación de las obras tuvo que ver con la voluntad de los gobernadores de cada provincia, ya que las obras se realizan de manera federal, es decir, están en manos de los gobiernos provinciales. De las 1000, 166 se inauguraron en la provincia de Buenos Aires; 123 en Tucumán; 65 en Córdoba y otra cantidad similar en Jujuy. En la ciudad de Buenos Aires sólo se construyeron 4.

En el Ejecutivo afirman que a fines de 2012 habrá 1700 escuelas entre las terminadas y las que estarán en ejecución. Además de los 1800 millones que se destinaron a la construcción de las 1000 escuelas, bajo el marco de la Ley de Educación Técnica Superior, este año se comenzó a ejecutar un presupuesto adicional de 800 millones de pesos para la construcción de escuelas técnicas. Durante los noventa, en el marco de la política de desindustrialización llevada a cabo por el gobierno de Carlos Menem, cerraron 182 escuelas técnicas. El resto no recibió el presupuesto necesario para la adquisición de máquinas nuevas que se adaptaran a las nuevas tecnologías imperantes. Un ejemplo, a treinta años de la creación de los tornos computadorizados para producción de piezas, en la mayoría de las escuelas técnicas se utilizan los antiguos tornos manuales.

En el país funcionan 42.087 escuelas entre establecimientos de enseñanza primaria y secundaria. 31.787 son estatales y 10.300 son privados. A los colegios del Estado asisten 7.523.700 alumnos; a los privados, 2.948.900 alumnos. Según fuentes del Ministerio de Educación, la cantidad de escuelas cubre la demanda escolar. Pero muchas de las escuelas están en pésimas condiciones. Por esa razón, la Secretaría de Obras Públicas también se ocupa de reparaciones en más de 1000 establecimientos.

Si bien la cantidad total de escuelas es suficiente para los actuales jóvenes en edad escolar, la distribución provincial es dispar. Por caso, la provincia de Buenos Aires tiene un 300 por ciento más de jóvenes en edad escolar que la ciudad y cuenta con mil por ciento más de escuelas. Son 16 mil en la provincia y sólo 1580 en la ciudad. La provincia de Tucumán, hundida en la pobreza en los noventa, construyó 123 escuelas nuevas en los últimos siete años y ahora cuenta con 1142 establecimientos, una cantidad, que, según fuentes de Educación, es suficiente para sus 110 mil alumnos.

La construcción de las 1000 escuelas está directamente relacionada con el fuerte incremento del presupuesto de Educación. En 2003, ese monto representaba el 3,64 por ciento del Producto Bruto Interno; en 2006 ya alcanzaba el 4,75 por ciento, y en 2010 es el 6,02 por ciento del PBI. Pero en ese tiempo el Producto creció más de un 70 por ciento. Así el presupuesto educacional, que era de 14.501 millones de pesos en 2003, subió a 31.100 en 2006 y en 2010 es de 89.924 millones.

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, afirma que “las nuevas escuelas, la reparación de otras, los fuertes aumentos salariales que recibieron los maestros en todo el país y otras medidas tomadas en los últimos años mejoraron el nivel educacional del país. Pero los beneficios de esta política se verán a largo plazo, porque los resultados de un cambio como el que se está ejecutando se ven reflejados en su totalidad una década después”. Y agregó: “El Gobierno hizo una apuesta a largo plazo por la educación”.

La inauguración de la escuela número 1000 a cargo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otras tres por importantes ministros del Ejecutivo será aprovechada hoy para mostrar una arista poco visible de la administración kirchnerista: la política educacional. En su discurso, la Presidenta recordará la situación de los maestros en 2003 y la comparará con la actual. También volverá sobre el tema de la entrega de tres millones de computadoras tipo netbook para alumnos de escuelas estatales. También contará que ya se entregaron más de treinta millones de libros de texto y literarios a alumnos de escuelas primarias y secundarias del Estado.

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domingo, 28 de noviembre de 2010

Apuntes para una nueva militancia

Si bien una concepción adecuada de la democracia debe contemplar la posibilidad de que el Otro tiene una parte de la razón, que esa parte me completa y es, por consiguiente, indispensable para mí, la situación actual de la Argentina y de América latina en general está lejos de admitir algo semejante. Los que se oponen a los nuevos proyectos nacionales, populares, de integración continental, participación del Estado, redistribución del ingreso y regulación de un mercado siempre abierto a los apetitos de los más fuertes, se expresan en un lenguaje que carece de ideas, de propuestas superadoras, que no ha podido generar un solo político con peso propio, sino, lejos de tal cosa, exhibe una galería de impresentables y hasta risibles personajes cuya única característica radica en esperar qué hace el Gobierno para oponerse o bloquearlo en las cámaras. Se ha dado un fenómeno inesperado el día de la muerte de Néstor Kirchner. El fracaso de la manipulación mediática. La sorpresa fue mayúscula. Luego de ser vilipendiado, injuriado por todos los medios a disposición del Poder (ahí radica el Poder, no en Balcarce 50), luego de años de bombardeo informático de todo tipo, de libros anti K exhibidos en los mejores espacios de las vidrieras de las librerías de Buenos Aires, luego de que periodistas publicaran engendros supuestamente documentados que demostraban la maldad “desmesurada” de “los Kirchner”, de que las radios penetraran en los fachotachos de la ciudad y de que los fachotacheros impusieran su parloteo a los pasajeros que, con paciencia, debían oírlos ya que era inútil cambiar de fachotacho porque el otro diría lo mismo, una multitud espontánea salió a la calle a honrar o a llorar al inesperado muerto. ¿Qué pasó, qué falló? ¿Qué fue lo que rompió el cerco con que el poder mediático sometía al Gobierno y dominaba, al parecer, la opinión pública? Si apenas dos años atrás se estuvo a un paso de destituir a este Gobierno (logrando el primer golpe exitoso de todos los que se planean en América latina), ¿por qué ahora todo se trastrocaba? Acaso se trate de cierto efecto paradójico. Se conoce la frase de Goebbels: mil repeticiones hacen una verdad. Sin embargo, dos mil hacen una mentira. ¿Cómo se ve la mentira, cómo se la descubre? No se trata de una actitud, en principio, racional. La mentira del Poder se empieza a descubrir desde el hartazgo. Si el Poder quiere mentir siempre tiene que acompañar sus mentiras por medio de la represión autoritaria. O del terror. No es casual que Videla y la Junta hicieran una cadena nacional para anunciar: “Un militante que repartía volantes en una empresa en huelga fue apresado y abatido por las fuerzas del orden”. ¿Cómo, lo mataron por repartir panfletos? Ahí, la mentira del Poder se puede repetir hasta el infinito. El miedo hará que el que la recibe sepa que debe obedecerla, creer en ella o correr el riesgo de ser confundido con alguien que no piensa como el Poder. “Yo creo en todo lo que me dicen. No quiero que me maten.” Pero, en una sociedad en que el miedo no se ha logrado instalar, la libertad del sujeto (que siempre está ahí, a la espera, a punto de asomar y arrasar con todo lo que se hacía para sofocarlo) se expresa primero, como dije, en el hartazgo, luego en la sospecha y por fin en la adhesión a lo que tanto es abominado por los abominadores profesionales. En la Argentina, eso ya ocurrió con el Perón del exilio. No hubo atrocidad que no se dijera sobre Perón. O sobre Evita. De ella, se exhibieron sus vestidos Dior, sus joyas, sus autos. De él, se tomaron cuidadosamente las peores frases de sus discursos. Se apeló a recursos patéticos: la foto en que se lo ve junto a una Gina Lollobrigida desnuda por sus malas artes de viejo vicioso, por la orden de trucar la imagen e injuriar a la estrella. Hasta se dijo que el boxeador Archie Moore era su amante, su bestia negra violatoria. Las masas, en los estadios, respondieron: “Puto y maricón/ Queremos a Perón”. (Eran los años ’50, la corrección política y el respeto por las diferencias estaban muy lejos de aparecer. Los peronistas a un puto le decían puto. Ahora también: hay una organización de “putos peronistas”. Dicen: “Los gay son gorilas”. Cosas de los tiempos.) Pero de nada sirvió la catarata injuriosa. Tuvo el efecto paradójico. Hizo de Perón un líder al que fueron a buscar dos millones de personas cuando regresó. (Lo que siguió es otra historia.) Pero dos millones de personas, la manifestación más caudalosa de la historia argentina, fueron a buscar al “tirano prófugo”. ¿Quiénes lo habían convertido en ese fenómeno popular, en ese mito poderoso? Sus enemigos. (Y el recuerdo de su primer gobierno: el único, hasta ese momento, que volcó el orden de las cosas, que es, siempre, el orden de los poderosos, para el lado popular. Salvo los tímidos intentos de Yrigoyen.) Lo mismo con Néstor Kirchner. Se podrían repasar todos los elementos que se utilizaron para “erosionarlo” (palabra de escritores que utilizó el agrarista popular-oligarca Buzzi): primero empezaron con el “republicanismo”, las “instituciones”, luego “la seguridad”, luego “la crispación”, luego la defensa “del campo” y siempre “la corrupción”. Hasta un actor amigo mío –militante, creo, del Partido Comunista– inventó una fórmula ingeniosa: “el patrimonio Kirchner”. ¿Cómo luego de tanto derroche de ingenio toda esa gente va a llorar a semejante político tramado por todo tipo de atrocidades éticas y políticas? Porque estaban hartos de los insultos con que el poder mediático lo estigmatizaba. Hartos del maltrato que se le infería. Hartos de las jetas de una oposición a la que –por más aire y manija que se le dé– nadie logra adosarle algo de carisma. Y sobre todo: porque los liberales no tienen razón. Hagan lo que hagan, digan lo que digan, sólo por medio de golpes de Estado llegaron al poder en la Argentina. Desde 1955 a 1973 gobernaron proscribiendo al peronismo. Todos los gobiernos de esa etapa fueron ilegales, anticonstitucionales, engendros del poder militar. Aceptaron llegar al gobierno bajo la inaceptable ley básica de ese poder: el decreto 4161. Aceptaron darle una máscara civil al poder de los cuarteles. Cuando, tímidamente, buscaron hacer algo propio (con Illia, por ejemplo, los militares temían seriamente que legalizara al peronismo en las siguientes elecciones), fueron derrocados. En un libro modesto, escrito apenas en base a recuerdos personales, Tulio Halperín Donghi habla de “la sabiduría de nuestro constitucionalismo liberal”. Y hasta dice que –con él– el país había estado libre de tormentas demasiado intensas. ¿Cuándo se aplicó el constitucionalismo liberal en la Argentina? Se piensa de inmediato en Alfonsín. Alfonsín fue un meritorio presidente democrático. Pero, ¿fue liberal? No. ¿O por qué lo insultaron en la Sociedad Rural? ¿No están acaso las imágenes de esa vergüenza? ¿Por qué lo agravió la Iglesia? ¿Por qué las corporaciones financieras lo voltearon con el golpe de mercado? Luego, ¿cuándo el liberalismo democrático que hoy proclaman todos los que atacan a los Kirchner desde el inicio y con furia patológica (Morales Solá, por ejemplo, o Grondona o Biolcati) llegó democráticamente al gobierno? Nunca. La única vez que las corporaciones financieras y los agraristas oligarcas gobernaron con votos no fue con sus votos sino con los del peronismo de Menem, que los puso a su servicio. Luego, siempre la espada y en seguida el plan económico. Videla y luego Martínez de Hoz. Uno ha pasado todos los años de su vida en este país y al constitucionalismo liberal no le ha visto nunca la cara. Cuidado entonces. También ahora saben que no llegan con votos. Lo saben en toda América latina. Lo saben todos los perfectos idiotas neoliberales como Alvarito Vargas Llosa. Sin embargo, los gobiernos que enfrentan al enemigo (los de Brasil, Ecuador, Uruguay, Venezuela y Argentina) saben que sólo la unidad de sus proyectos, siguiendo las huellas de la vieja y venerable idea de Unidad Latinoamericana –que, en nuestro país, levantó Felipe Varela en su Manifiesto inspirado en los escritos del doctor Alberdi, ese amigo de las provincias en sus mejores escritos– podrá frenar el golpe institucional que la derecha siempre prepara. Algo, sin embargo, les falló. Algo, en este año de 2010 en la Argentina, por causa de la muerte de un fervoroso líder político, modificó la frase de Goebbels, que era un axioma del poder mediático. Sí, mil repeticiones hacen una verdad. Dos mil, una mentira.
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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Martha Argerich at the Chopin International competition

Martha Argerich - Bach Partita No. 2 - Verbier Festival 2008



Con una actitud totalmente rokera, Martha nos sigue deleitando cada ves mas, una musica y artista comprometida con sus ideales , varias veces a dado concierto para trabajadores en fabricas recuperadas. bravo Martha !!! Bravisima !!!
aqui dos videos en etapas diferentes de Martha, un lujo !!

martes, 23 de noviembre de 2010

Muestra popular, todos pueden participar !!!!

El día 11 de diciembre el Centro Cultural Navegantes del Sur, de la Boca, organizan un evento con bandas de música y muestra artistica y artesanal. Llamen, pueden llevar sus trabajos y exponer o actuar. Es gente que trabaja en la recuperación del barrio y del puente transbordador.La participación es gratuita, es desde las horas 15 en adelante y sólo hay que llamar al 15-3548-4624, pueden participar todos los que deseen. Suerte y gracias !!!